En el corazón de Integrazul late una historia tejida con amor, compromiso y la profunda convicción de hacer una diferencia en la vida de niños, jovenes y adultos dentro del Espectro Autista (EA). Nuestro centro no es solo un lugar de terapias, sino un reflejo de una experiencia personal que nos impulsó a fundar este proyecto único.

Integrazul surge como un proyecto familiar, gestado a partir de las dificultades que enfrentamos en carne propia. Con un ser querido dentro del Espectro Autista, nos adentramos de lleno en las complejidades que enfrentan los niños, jóvenes y adultos para descubrir su condición. La odisea del diagnóstico, el desconcierto ante el trastorno, la incertidumbre de no saber qué camino tomar y la complejidad de la inclusión se convirtieron en nuestra realidad cotidiana.

Fue ese viaje personal el que nos inspiró a crear Integrazul. Decidimos convertir nuestras vivencias en un faro de apoyo para otras familias, para que no enfrenten las mismas dificultades, dudas y miedos que nosotros vivimos. Queríamos ofrecer un lugar donde el desconcierto se transformara en comprensión, donde la incertidumbre diera paso a la esperanza y donde la inclusión se convirtiera en una realidad tangible.